Sueño con lobos, los corderos
persiguen mi sueño,
quieren entrar en él
en la jaula de su miedo.
*
El amor del lobo por la sangre
del cordero escribe
el drama del rebaño:
ser el objeto de un deseo
que sólo se sacia en el sacrificio.
*
El cordero sabe que es la metáfora
de otra cosa, que el lobo es
la metáfora de otra cosa: comienza
con palabras como amor, y termina
con la muerte de alguna pasión colectiva.
*
El pelaje del lobo está hecho para la caricia
que no conocerá, inevitablemente el lobo ama
el amor en el cordero, pero más los brazos que cargan
al cordero, las manos que se deslizan por su lomo,
la paz de ser el perseguido y no el perseguidor.
*
Toda marca al final del pacto, una firma
hecha con los dientes, aleja al mordedor
de la letra, ni el símil entre piel y papel
permitirá engañarse: de lo humano imaginado
en el amor de esa marca no hay más que terror.
(Fuente: Abel Tomás Robino Quiroga)
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