viernes, 6 de septiembre de 2024

Lydia Davis* (Northampton, Massachussets, EEUU, 1947)

 

Una noticia breve de hace mucho



Escuchamos la historia años atrás, en el noticiero de la noche: en un casamiento, una novia y un novio se tomaron hasta el agua de los floreros con sus amistades y después se subieron al coche de la novia y arrancaron. Se detuvieron en un callejón sin salida cerca de un puente, pararon el motor y se pusieron a discutir. La discusión subió de tono y se prolongó tanto que algunos vecinos pararon la oreja. Después de un rato, el novio le gritó a la novia: “Dale, atropellame”. A esa altura los vecinos miraban por las ventanas de sus casas. Se bajó del coche dando un portazo, y se acostó frente al tren delantero, del lado del acompañante. La novia arrancó el auto y lo pisó, con las dos toneladas que pesaba el vehículo. Murió al instante. Llevaban unas horas de casados. Al morir, todavía tenía puesto el smoking. 

*Los textos de esta semana fueron seleccionados por Graciela Speranza y están dedicados a la memoria de Marcelo Cohen.

 



 

  Ttaducción de Ezequiel Zaidenwerg


 

 




 

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