(Olga Pierri bailando en Teotihuacán)
(Olga Pierri bailando en Teotihuacán)
Ella era como Vincent y aquel día
se tajeó el corazón para ofrendarle
un pedazo a los templos y perlarle
la escalera del sol y se reía
celestemente y quien no supo amarle
la intuición sobrehumana hoy querría orarle
un arrodillamiento a su osadía
sin entender que Olga perdonó todo
y se encerró a morir sin derramarse
por las mordidas y que no hubo modo
de amordazar su guitarra con lodo
porque su amor nació para inmolarse
entre colmillos pero sin callarse.
(Foto: Archivo HGV)
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