Greg Brownderville es poeta oriundo de Arkansas, Estados Unidos. Es autor de tres libros de poesía, entre los cuales se destaca Gust (Northwestern University Press, 2011), incluido en la lista de los más vendidos de la Poetry Foundation. En 2012 publicó Deep Down in the Delta
(Butler Center Books), una colección de poemas basados en cuentos
populares que reunió en su comunidad natal de Pumpkin Bend, Arkansas y
sus alrededores. El tercer libro de Brownderville, A Horse with Holes in It, fue lanzado por el sello de Louisiana State Univesrsity Press en 2016.
Brownderville es el editor de Southwest Review, creador de una serie narrativa en línea llamada Fire Bones,
cantante y compositor del dúo de indie rock Beekeeper Spaceman y
profesor asociado de inglés en Southern Methodist University en Dallas,
Texas.
El poema que presentamos aquí, “Arkansas Blacks”, proviene de la colección de poesía Gust
(Ráfaga). Siguiendo la métrica del original (pentámetro yámbico), los
traductores optaron por traducir el poema en alejandrinos (7 + 7) ––
quebrando la métrica en el penúltimo verso por motivos semánticos, al
igual que en el original.
Arkansas Blacks
En la primera noche bajó, linterna en mano,
los mismos escalones que su abuelo uno a uno
había desgastado. Abrió la puerta inmóvil
a un traslúcido velo de telarañas, lento
desde el extremo opuesto supo un cono de luz.
De las vigas formando ya del sótano el techo
sobresalían clavos serpenteados por hilos
de coser que a su vez ataban, tallo a tallo,
las manzanas de Arkansas, fruta negra que dura,
si bien momificadas, dejadas a colgar
por veinte años o más, imaginó el joven.
Unos pasos adentro, transformado, fantasma
vestido en telarañas. Desde sus dedos pálidos
tocó la piel oscura. La luz tembló toda.
¿Cómo voy a dormir en la casa tomada?
Arkansas Blacks
The boy’s first night there, he took a flashlight
down stairs worn smooth by his grandfathers’ boots.
He raised the latch, opened the heavy door
to a translucent veil of cobwebs, and guided
a cone of light slowly across the room.
From the floor joists that formed the cellar ceiling,
dozens of nails jutted out, sewing strings
looped over them and knotted to the stems
of Arkansas Blacks, fruit that keeps. But time
had mummified these apples, left to hang
for twenty years or more, the boy guessed.
A few steps in, he was transformed, a ghost
in cobweb robes. He reached out, his pale fingers
touching dark apple skin. The light trembled.
How will I ever sleep in this damned house?
Extraído de Greg Brownderville, Gust: Poems, Northwestern University Press, 2011 | Traducción de Patricio Ferrari & Graciela S. Guglielmone.
(Fuente: Buenos Aires Poetry)
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