UN POEMA DE SINFONÍA EN ROJO
SOY
¿Adónde iré que vaya sola,
si siempre voy conmigo?
No temo viento, tierra y ola,
que soy yo mi enemigo,
el sol que me arrebola
y el fuego en que me abrigo.
¿Adónde iré que vaya sola,
si siempre voy conmigo?
Amor, Dolor, Fracaso y Muerte,
¡yo jamás os temí!
No tengo miedo de la suerte,
tengo miedo de mí,
que soy la sima y el desierto
y el espejismo en que se abisma
la fría imagen de ese muerto
que soy yo misma.
No odio a los otros;
me odio a mí,
que soy mi enemigo,
la mano que enarbola
la fúnebre bandera
con una calavera
que maldigo.
¿Adónde iré que vaya sola,
si siempre voy conmigo?
¿Cómo a la luz marchar
si por acaso
un día la luz me nombra?
¿Cómo a la luz llegar
si yo a mi paso
voy creando la sombra?
De nadie desconfío,
mas de mí sí
que soy yo mi enemigo.
El horror me aureola
cuando el paso prosigo...
¿Adónde iré que vaya sola,
si siempre voy conmigo?
¡Liberación! ¡Liberación!
¡Ser otra bajo otro prisma,
y renacer y transformarme!
¿Qué hacer para librarme
de mí misma?
Mas si debo anudarme a mi destino
sobre los hombros, cual pesada estola,
y fiel a su mandato sigo y sigo,
por cualquier senda y por cualquier camino,
¿adónde iré que vaya sola,
si siempre voy conmigo?
Elisabeth Mulder
Sinfonía en rojo
Colección Genialogías
Ediciones Tigres de Papel
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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