En un círculo de un metro de ancho
te sientas y oras y cantas.
En un refugio de diez metros de ancho
En un terreno de cien metros de ancho
siembras arroz y crías cabras.
En un valle de mil metros de ancho
recoges leña, agua, y granos silvestres.
En un bosque de diez kilómetros de ancho
juegas entre zorros, halcones, víboras y mariposas.
En un país montañoso
de cien kilómetros de ancho
se cuenta que alguien vive con serenidad.
En un círculo de mil kilómetros
visitas arrecifes de coral en verano
o hielos que flotan en los mares invernales.
En un círculo de diez mil kilómetros
deambulas por cualquier rincón de la Tierra.
En un círculo de cien mil kilómetros
nadas en un mar de estrellas fugaces.
En un círculo de un millón de kilómetros
entre flores esparcidas de mostaza amarilla
ves la Luna al oriente y el Sol al poniente.
En un círculo de diez mil millones de kilómetros
saltas fuera del mandala del sistema solar.
En un círculo de diez mil años luz
la galaxia florece resplandeciente en primavera.
En un círculo de mil millones de años luz,
Andrómeda se disuelve, pequeña flor de guinda que pierde sus pétalos.
Y ahora, dentro de un círculo de diez mil millones de años luz,
se desmorona toda noción de tiempo y espacio
y de nuevo te sientas y oras y cantas.
(Fuente: Marcos Tomasoni)
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