DÉJAME ABRAZARTE EN EL FRÍO
no decirte nada en este país
donde todo es una revancha criminal.
Un jergón vencido que en cualquier momento
sacamos a la calle y rociamos de parafina.
contra el resto del mundo.
Una mirada cómplice en un pueblo fantasma
donde todos se apuntan con el dedo.
Mientras el último limón amarillo
que llamamos sol, cuelga del limonero,
se balancea silencioso, como nosotros,
entre el caos y el arte.
......
(Fuente: Daniel Freidemberg)
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