Damitas, caballeros, amables pasajeros: hoy les vengo a contar —a definir, digamos— qué ha sido siempre y será por los siglos de los siglos la poesía
Yo me sentía muy listo y por eso
grité
que era indefinible. Había una vez un monstruo
pero no era feo
sino que todo el tiempo era algo más,
se parecía y no
se parecía.
En estas estampitas
lo pueden ver moverse . Ya no hay nada
imposible. Sus gestos
son obscenos, son lindos, son los propios
de una mascota que sufre intoxicación alimentaria. Entonces,
le llamamos cariño o preocupación
a lo que nos une a ella.
***
Se resuelven misterios a domicilio
La fecha
en los poemas
es
de caducidad.
Ángel Ortuño fue un poeta, ensayista, bibliotecario y profesor de escritura creativa nacido en Guadalajara, México, en 1969. Algunos de sus libros son Las bodas químicas (Secretaría de Cultura de Jalisco, 1994), Siam (Filodecaballos, 2001), Aleta dorsal. Antología falsa, 1994-2003 (Arlequín, 2003), Minoica (con Eduardo Padilla; Bonobos, 2008), Boa (Mantis, 2009), Mecanismos discretos (Mano Santa, 2011), Perlesía (Bonobos, 2012), 1331 (Práctica mortal, 2013), El amor a los santos (Ediciones el viaje, 2015), Turbo Girl: historias de la mamá del diablo (Ediciones Aguadulce, 2015), Muñecos infernales (Filodecaballos, 2016), Gas lacrimógeno y otras cosas que no son poemas (Universidad de Guanajuato, 2018) y La edad de oro (Ediciones el viaje, 2020). Es considerado por lectores y críticos como uno de los autores más importantes de la poesía mexicana reciente. Falleció el 24 de septiembre de 2021. En España sus poemas están recogidos y publicados en La edad de oro (Ediciones Liliputienses, 2022).
(Fuente: Zenda libros)
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