A cada cual su cielo
A cada cual su cielo
No ayudamos a mi madre a mudarse.
La veo sentada,
rodeada de los bultos que juntó,
esperando a sus dos hijos,
mientras los hombres de la mudanza
se llevan sus cajas.
Así se ha vaciado,
como cajas de una mudanza, su cabeza,
y ahora no se acuerda
que tuvo que mudarse sola,
al lado del chófer y apretada
entre los hombres
que olían a sudor.
Mi hermano y yo no iremos al cielo,
nos mudaremos rodeados de cajas
con mi madre,
nos mudaremos con todas las madres
rodeadas de bultos,
hasta el final de todas las cajas del mundo.
(Fuente: Liliana Hayat)
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