Letanía
Tú eres el pan y el cuchillo,
La copa de cristal y el vino…
–Jacques Crickillon
Tú eres el pan y el cuchillo,
la copa de cristal y el vino.
Eres el rocío sobre el pasto en la mañana
y la rueda ardiente del sol.
Eres el mandil blanco del panadero,
y los pájaros del pantano, de pronto, en vuelo.
Sin embargo, no eres el viento en la huerta,
las ciruelas sobre el mostrador,
o el castillo de naipes.
Y ciertamente no eres el aire oloroso a pino.
Es posible que seas el pez bajo el puente,
incluso hasta la paloma en la cabeza del general,
pero no te acercas ni tanto así
a ser el campo de azulejos al ocaso.
Y un vistazo rápido al espejo nos muestra
que no eres el bote dormido en su caseta.
Puede que te interese saber,
ya que hablamos de la copiosa imaginería del mundo,
que yo soy el sonido de la lluvia sobre el techo.
Resulta que soy también la estrella fugaz,
el diario de la tarde que rueda callejón abajo,
y la cesta de castañas sobre la mesa de la cocina.
Soy también la luna en los árboles,
y la taza de té de la ciega.
Pero no te preocupes, no soy el pan y el cuchillo.
Tú aún eres el pan y el cuchillo.
Tú serás siempre el pan y el cuchillo,
para no mencionar la copa de cristal y –de algún modo—el vino.
En: Nine Horses: Poems. Random House, NY, 2003. (Versión de LMA.)
(Fuente: Nexos)
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