sábado, 24 de agosto de 2024

Daniel Freidemberg (Resistencia, Chaco, 1945)

 

 

de Esa materia que se fuga

 

 

Y he visto a las mejores mentes de mi generación

sacando una mano, dos dedos, una oreja,

las veces que pueden, de la irrealidad,

moradas de tanto estrellarse en el espejo,

entrando, cada vez que pueden, al mundo,

haciendo, bien o mal, el mundo con

los restos del naufragio

(su parte de mundo, ninguna otra).

Y el viento opaco de la historia real, sin límites,

sin nada que explicar, en torno.


II


Veo el respirar

afuera y adentro

de los libros de historia

de las buenas mentes

de mi generación

o de otras

buscando dar cuenta

de lo que hacen, o no.


III


Veo el respirar que no entra en los libros de historia.


IV


Cosa que a nadie parece importarle:

la gente me saluda y hasta

se sacarían, en caso de usarlo, el sombrero,

y se emborrachan hasta las tres de la mañana

y aprietan el botón, y se lavan los dientes

y corren para no perder el turno

y cambian de canal, de contraseña y de perro

y al final se mueren

para no ser más ni menos que nadie.

 

V

He visto círculos de agua expandiéndose,

huesos desenterrados, ya a salvo de todo,

y el ser y el estar

(the to be and the to be),

y era la luz la que iba transmutando, con las horas, las cosas,

y era un día cualquiera.

 

VI

He visto el otro lado del fi n de la historia

empaquetado como si fuera un comienzo.

 

(Fuente: Saladodelsur,editor)


 

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