dos poemas
El cuarto de las ideas
Del piso de arriba
donde el montón de zapatitos retorcidos te hizo gritar de pena,
bajaste para acá y casi no puedes respirar.
Aquí apenas basta tu lengua materna.
Y aunque hablases cuántos idiomas, bien, claramente,
como los habla el hombre al nacer,
apenas comprenderías el nuevo significado de tus palabras.
Aquí las palabras han sido comidas tantas veces
con cada pasta declarada eterna.
Todas las paredes cubiertas de retratos: Nació, llegó, se fue...
Denso el vacío, sofocante.
Todo el cuarto cargado de ideas, valores, penas, diálogos.
Ya no cabe duda,
éste es el cuarto más impresionante de la casa.
En el horno del piso bajo, los ocho hombres que trataron de escapar
no la pasaron peor que estas pobres ideas
por las que el sabio y el pobre cambiaron su pobre ropa su pan y su amor.
Ideas que se hicieron idioma y valor
cuando se escondió el dinero reunido en el mundo
que quedaba atrás, inocente,
en Europa.
~
Himmelfahrtstrasse
Se puede abandonar todo lo terrenal.
Dejar las cosas, los utensilios
y los lentes —claridad eterna por allá.
Y quien tenía un bastón, podía dejarlo
y con ello, todo;
quien aquí, en lugar de una pierna, un brazo o la cabeza
tenía una prótesis, un idealismo o una fe,
alegremente deja todo el peso sobrante
caminando por el camino grande hacia el limbo.
Les espera un baño, un fuego purificador.
Del muñón sale una pierna, el brazo y la cabeza
suben por una nueva luz a un nuevo entendimiento, una nueva libertad.
El camino lleva al cielo.
"El camino de la ascensión"
hacia la paz lleva a los más cansados.
Otava, Helsinki, 1964
Versiones de Matti Rossi
Emma Gunst
(Fuente: La comparecencia infinita)
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