Luego diremos que la muerte es una ciudad
más futura que la nuestra.
y las estaciones ferroviarias,
oímos la cola del río que nace del fondo de sí mismo,
la cabellera del viento cuando azota una palabra en la boca
donde el maíz posa sus perlas.
Se dobla la noche
en la memoria de los heridos
que apagan su alegría.
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