Entre el humo caliente de los puestos de feria,
te encuentro deslizándote, delfín incandescente,
en el gesto fugaz de un hombre que no eres,
o en los ojos bellísimos de algún desconocido.
Por apresarte, entonces, no me importa besarte
en otros labios, darme a un cuerpo que te evoca.
Por estrecharte un cerco, oficio extraños ritos
y adoro a extraños seres como tú masculinos.
Pienso que la insistencia por fuerza ha de vencerte,
que una noche serás de verdad tú el que llegue
en medio de los ruidos y los rancios olores.
Y, aunque nunca te he visto, voy a reconocerte.
(Fuente: Life vest under your seat)
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