De "Otros animales"
III
Cayendo
de un sueño, mis creencias se convierten en juguete. Nada es como
decían los sabios. En el fondo del vaso hay un desierto, una moneda
arrojada contra el olvido. Nunca sabré si lo hice a favor o en contra de
ellos.
V
El
horror del silencio bajo un cielo acostumbrado a ser cierto. Nadie
recuerda lo que vendrá. Nadie recuerda lo que no vendrá: visiones
pasivas convertidas en lágrimas. Soy la visión del absurdo, del hueso en
la noche.
XIII
Se
aprende, en el pueblito, a caminar despacio. Se aprende a hablar con
las estrellas, con los muertos. Escucha, cierra los ojos. Es la piedra
que puse entre tus manos.
XVI
Cada
tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía
el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo.
Descubrir uno distinto era nuestra aventura.
XXIV
Cada
mañana miro tus ojos para encontrar en ellos, mis manos. Así aparece la
muerte. Primero, en el botón de la camisa. Luego, en las miradas que
nadie quiere cruzar.
ediciones la yunta,
Buenos Aires, 2024
Más poemas de Jorge Curinao en La Chispa Adecuada, Letralia, Historia de la Melancolía, La Ficción del Olvido, Lento y Brillante
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Foto: Clarín
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
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