martes, 29 de junio de 2021

Maricela Guerrero (México, 1977)

 

 



Superficies en contacto

 

Cuando dos superficies entran en contacto y una de ellas se pone en movimiento existe una fuerza que se opone, dicha fuerza recibe el nombre de fricción y es la causa de que se produzca calor cuando se frota una superficie contra otra.

Desperté sobre una plancha,
millones de mariposas blancas aleteando alrededor de mi cuello:
como una nube de arroz sobre un novio en negro y una novia en blanco
en las escalinatas de una catedral.

Afuera el ruido blanco de un televisor sin señal: estática.
Desperté sobre una plancha, estática,
como una ecuación con dos incógnitas.

Lo que no conozco, lo que no intuyo es cómo atajar este problema.
 
¿Tú crees que el mobiliario de los parques sobreviva a los planes sexenales y a las promesas de campaña?
¿Tú crees que la vida tal y como la conocemos siga un plan cósmico?

Hubo una vez un parque con una resbaladilla gigante: una mole de concreto porcelanizada, lisa y brillante.

Dice el ingeniero que habrá que plantearse un problema.
Plantearse un problema es una forma de entrar en movimiento.
Los ingenieros se plantean problemas y sonríen. Hay problemas con soluciones y problemas sin soluciones:
problemas redondos y alegres que rebosan: se deslizan en las conversaciones de los que menos tienen, se esparcen
esporádicos, ¿cuántas formas posibles de fecundación habrá en el plan cósmico?

Un problema puede ser el desgaste de los materiales:
otro problema puede ser, cuánto dura una ficción al ponerse en contacto con una realidad posible e imposible al mismo tiempo:
como cuando tu mano izquierda no sabe lo que hace tu mano derecha y al revés: el revés es una hermosa y blanca ficción.
¿Puede la vida sobrevivir en una luna donde llueve metano y otros gases?

Como en los chistes puede que haya ficciones blancas y ficciones coloridas o coloradas.
Más vale una vez colorada que cien descoloridas, eso mi abuela decía y parecía una ley de la física, una verdad científica probada por ingenieros y mentes brillantes.
Otro problema podría plantearse así: dígame usted, señor, señora, señorita ¿cuánto calor produce la fricción entre dos superficies conocidas o desconocidas?
Si el movimiento produce fricción y la fricción calor, ¿Por qué estoy tan fría?
Pensó y pensó mientras mariposas blancas aleteaban alrededor de su cuello.
Otro y otro y otro y la anémona se quedó pensando en los miles y millones de problemas que podría plantearse
y cada problema era una mariposa blanca aleteando alrededor del cuello de una ballena blanca y hambrienta varada en una plancha de disección.

Las bacterias que pueden sobrevivir en charcos de ácido a veces son las que menos tienen.
La vida en una luna de Saturno es como rara como los organismos que respiran nitrógeno e hidrocarburos y excretan metano.
El plan sexenal impulsará traer hidrocarburos de charcos lejanísimos y bacterias para los que menos tienen.
La vida como la conocemos es una fricción infinita de fuerzas que se caen bien y de fuerzas que se repelen:
de fuerzas que danzan y de fuerzas que se paralizan sobre planchas de disección infinitas.

 

 

 

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