Predador en lo oscuro
Quien ignore al predador que en sí mismo encarna
-no me atrevería a decir 'quien no controle'-
quien no lo escuche atentamente
para entender sus apetitos y
por ende
descubrir su propio miedo
quien no lo siga alguna que otra vez
para demostrarle sin verso
que su hambre es vana
y sus presas inexistentes
queda librado a la masacre cotidiana y
-aún peor-
tiende su red de marfiles afilados
sobre la carne tierna
de todos nosotros.
Por eso te llamo
te invito
te alojo en mi seno
y en mi vientre
y te acuno
bestia feroz sembradora de muerte
desolación y desencanto
que también soy.
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