Me has traicionado, Eros.
Me has traído
a mi verdadero amor.
En una alta colina forjaste
su mirada limpia;
mi corazón no era
tan duro como tu flecha.
¿Qué es un poeta
sin sueños?
Estoy despierta; siento
carne de verdad en mí,
tratando de silenciarme…
Fuera, en la negrura
sobre los olivos,
unas pocas estrellas.
Creo que este es un insulto mordaz:
que prefiero recorrer
los enroscados senderos del jardín,
caminar junto al río
resplandeciente de gotas
de mercurio. Me gusta echarme
sobre la hierba mojada de la orilla,
para escaparme, Eros,
no abiertamente, con otros hombres,
sino discreta, fríamente…
Me he pasado la vida
adorando a dioses equivocados.
Cuando observo los árboles
del otro lado,
la flecha en mi corazón
es como uno de ellos,
se mece y tiembla.
(Fuente: Life vest under your seat)
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