Mambl rambl fai.
se viene otro mambl rambl me díjome a mí misma en un revuelo de objetos indirectos irreflexivos y desujetados que se escapan del gallinero cacareando viejas tonadas libertarias y una canción de haditas en celo que
porque bailaba bajo la luz de la luna en un cliché asqueroso que de tan cliché se volvía un remedo de hogar o un ahogar en remedios y medi(c)aciones de prescripción infinita y encastre agotador como la conciencia de un desarraigo emparentado con la indiferencia que viene a ser hermana del apuro que a su vez es hijo de un no querer enorme que se come el mundo y tan luego se indigesta y pare enormes críos de mierda que como toda mierda cuando es mal parida no se suma a la cuna bulliente de la vida ni se composta ni se recompone sino que se empecina en ser monumental mierda mausoleica y cementicia dedicada a lo que no cede ni procede ni repta ni alimenta y solamente hace nido pétreo en la nididad del
el hilo se me perdió en un quinto piso y parece que anda jugando a la play mientras una mujer sube y baja escaleras rechazando la salida fácil de los toboganes y el revuelque lúdico en los areneros y grita grita su nombre a ver si vuelve a tener nombre o algo parecido a saber quién es
una línea de luz se define delgada y a lo lejos para avisarme que los fantasmas la están pasando bien y que puedo irme a dormir tranqui bajo el ala protectora del día que no me dejará verlos como hago siempre como hago siempre como hago siempre
-respiro-
nuestra Señora de la Noche
es
la madama de los amardeceres
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