VIVACA
Canturrea un viejo aire peruano
que ha recogido en la baja Bretaña de un sordomudo.
Un piano vecino toca una pieza de Clémenti.
Qué triste es todo esto.
Osa valsear (él, no el piano).
Todo esto es muy triste.
El piano reanuda su ejecución.
Nuestro amigo se interroga con benevolencia.
El frío aire peruano se le sube a la cabeza.
El piano continúa.
Lástima, tiene que abandonar su despacho,
su bonito despacho.
Ánimo, vámonos, dice.
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en "Cuadernos de un mamífero", Ornella Volta, ed., Acantilado, Barcelona, 1999. Trad. de M. Carmen Llerena.
(Fuente: Jonio González)
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