Que me esconda la noche…
Que me esconda la noche, el dulce viento.
De mi casa arrojado, a ti he venido,
mi romántico amigo, río lento.
Miro el cielo y las nubes y las luces
de los hombres, abajo, tan lejanos
siempre de mí. Y yo no sé a quién quiero
ya amar si no es tan sólo a mi dolor.
La luna se disipa, asoma y va
―lenta andanza que inútilmente pasa
por mi frente cansada de mirar.
[Versión de Pablo Anadón.
Córdoba, 09-XI-20]
*
Mi nasconda la notte e il dolce vento.
Da casa mia cacciato e a te venuto
mio romantico amico fiume lento.
Guardo il cielo e le nuvole e le luci
degli uomini laggiù così lontani
sempre da me. Ed io non so chi voglio
amare ormai se non il mio dolore.
La luna si nasconde e poi riappare
— lenta vicenda inutilmente mossa
sovra il mio capo stanco di guardare.
[Da “Poesie (1927-1938)”,
in Tutte le poesie, Garzanti, Milano, 1984]
(Fuente: El trabajo de las horas)
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