viernes, 13 de noviembre de 2020

Rubén Ackerman (Venezuela, 1954 - Ecuador, 2017)

 

 

Que no te toque el sol

 

Que no te toque el sol

que no te toque la mañana

que no te digan qué hacer, ni cuándo, ni dónde

que no te pongan un nombre con las cansadas letras del hartazgo

ni te regalen un oficio preñado de tedio

que no te saquen al circo

vuelve a tu casa, a tu cuarto, a tu cama

y sueña por nosotros el sueño de todos

apaga la luz

buenas noches Emily.

 

 


Palabras del hambriento

 

El pan

El pan precario

El pan del exilio

El pan ácimo del desierto

El pan sin fermentar

El apresurado pan de los que parten y no llegan

El improbable pan del condenado

Del que nunca sabe

Si está

o se va

si vive

o está muerto

El pan de mis ancestros

el pan sin dios y sin mesa

amozi lehjem min a aretz

te dieron un pan inexistente para tu hambre real

te hundieron en el lodo sin pan ni dignidad

come tu pan sin esperanza, te dijeron

tienes que darlo todo hasta no ser nada

tienes que fingir, bailar con tu máscara

seguir el compás del escarnio

inventa tu rostro, marioneta,

decir buenos días

gracias

por supuesto

vivir la incertidumbre

no saber si mañana van a hornear el pan o

te van a hornear a ti

partir con tu pan sudado bajo el brazo

comer el improbable pan de los muertos de hambre

mi pequeño niño ham4briento

este mundo es un error

Tu vida está en otra parte. 

 

 

 

(Fuente: La parada poética)



 

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