miércoles, 11 de noviembre de 2020

Roger Gilbert-Lecomte ( Reims. Francia, 1907 - 1943)

 

 

Testamento

 

Vengo de lejos de mucho más lejos

    De lo que pudiera creerse

Y los confines nocturnos de los desiertos del hambre

    Saben mi historia

 Aquella que está en todas partes con sus uñas con sus dientes

    Me hizo mal

Y sobre todo sobre todo su horrible mirada de barro

    Me hizo mal

Si ahora duermo anclado

    Al puerto de la miseria

Es porque no supe decir basta

    A la miseria

Estoy en el fondo del mundo

   Sin antorchas

Caído al fondo del olvido lleno de piedades inmundas

   Solo para mí hermoso

 


La eternidad en un abrir y cerrar de ojos


                                                               a Arthur Adamov


Aquel que vea frente a frente a su doble debe morir


Final del drama del vidente solitario 

Espejo un ojo mira un ojo que lo mira

Ofrecido y rechazado puro don y duro rechazo 

De la intrusa que no puede más no puede más

Donante abrevada en la fuente de insultos


Obsesión del reflejo glacial sombra vana

De ese doble probado más sí-mismo que uno 

Simulacro negado de luz mentirosa

Perdida en las ondas de sombras en las aguas sombrías de muerte

  

Milagro de mirada que mira al ojo que lanza 

Una mirada inversa vigilante asesino

Provocador 

Asesinato suicidio en el juego mortal


Inmortal que pasa a través del espejo

Pupila que contrae un acto puro destruir

Es la estrella fantasma de alma de fuego negro

Punto nulo vibrando en su propio interior


El ojo devorará al ojo en el punto nulo eterno

 



El vacío de vidrio


Un palacio con muros

De viento


Un palacio con torres

De llama en el gran día


Un palacio de ópalo 

En el corazón del cenit


El pájaro de aire pálido

Vuela rápido hacia allá


Dejando una línea blanca 

En el espacio negro

 


Encrucijada del coma

 

Angustiado, agonizante, cuando veas

En el cielo: un domo de oro salpicado de puntos negros                                                                      

Estelares, y la luna como una negra pastilla

Sobre un gran vientre de luz,

El momento habrá llegado: tu muerte última

Y tu nacimiento primero.

 

 



Cuando llegue el día del gran viento

 

El viento se mueve apenas en el extremo del cielo

Pero al crecer

Al imaginarse más poderoso 

Vasto y activo puede de un momento a otro

Aterrorizar 

Las cumbres de fuego del cielo  Pánico

Tu corazón de mármol negro oh rosa de sombra noche

Nutre en sobresaltos bruscos sofocantes

El árbol tonante de las venas 

El espectro de coral de las arterias 

Tu corazón que siente que algo toca en él

En el centro oculto

La perla desconocida


Es este el gran viento que mezcla ahora las capas

Del espacio

Cabo de sombra en el umbral de las noches donde parte el meteoro

Vaivén de arco iris sobre el cristal de la tarde

Lo que va lo que viene es el hacha de alas

Que corta el espacio ebrio de  negros retazos  

Caos que engulle los rostros y las máscaras

Es este el momento del silencio que aúlla  Relámpago

El escalofrío de la tierra devora las mareas

Bajo el viento de los fantasmas 

La tierra es recorrida por temblores de muerte

En las playas altas de la extensión

En las cavernas de éter del fuego 

En la roca que bulle celeste 

El gran viento de metamorfosis

Esculpe las formas

Monstruos policromos hidras de arcoíris 

Estrellas de mar y de cielo

Estrellas de aire separadas del aire por ninguna membrana

Cambiantes ideas multiformes


Cuando el gran viento penetre 

Nadie sabrá qué color tendrá la luz

Sobre el aspecto prodigioso de los bellos monstruos creados 

Qué eclipse de miedo qué incendios de horror

Provocará el gran viento 

Sobre los espacios inferiores donde deambula el sol

Rey de mundos bajos. 

 



Extraído de Roger Gilbert-Lecomte, Œuvres Complètes II, Gallimard, 1977. Versiones de Adrián Bollini. 

 

(Fuente: alpialdelapalabra)

  

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