Del big bang al big crush
Es mentira que el universo
expande sus costillas hacia Orión
todo se reduce en los rincones del olvido
añora la inmensidad de aquellos paisajes:
me he quedado solo
como aquella vez
cuando te buscaba en el mundo.
Nudos ciegos
Ahora que me voy por un rato
o tal vez para siempre
pasan pensamientos como dardos maduros
a clavarse en mi cuerpo
tiro al blanco sobre el corcho del recuerdo
golpes secos en las costillas de otro cielo.
Ahora que no estaré en las ceremonias nocturnas
desenredando esta madeja de pelo negro
detenida en la ráfaga de tu pecho.
Ahora que el paraíso es corroído
por las astillas del desamparo
las costumbres
de los nudos ciegos y las palabras
que callaron o gritaron el amor.
Ahora que la resaca de la pasión
devora cada noche
los abrazos y los pétalos
de un ramillete de eternos besos
ahora
es una palabra que duele en esta boca
por un rato o tal vez para siempre.
Forastero
Sintió curiosidad por los estruendos
pánico por las cañitas voladoras
que perforaban la noche.
Le fue difícil comprender
la alegría el festejo
quién sabe de qué
con tanta pólvora
olor a guerra hueca -se dijo-.
Tripas rellenas de comida y alcohol
en envases descartables
creados por un dios
que cultivaba seguramente
un exagerado gusto por lo inútil.
Geometría
Los amantes pasan
como barcas
sobre sus sueños.
Los acuna el suspiro
de sus miradas.
Detienen el eje terrestre
con ramilletes de besos
cifran con un gesto
el alfabeto del amor
solfean de memoria
garabatos de caricias
caminan
tomados de la mano
y el universo entero
se reduce a un átomo
enamorado de su propio peso
a un espacio cautivo
de la geometría del deseo.
Deseo que los dioses envidian
cuando al fin
te tengo en mis brazos.
Teología de la silla
a Joaquín Giannuzzi
a Leo Fagiano
Tan cotidiana como ausente
geométrica y elemental
sentada sobre sí misma
observa y espera.
Desafía la verticalidad humana
se usa para detener la marcha
pensar
descansar
ejercitar el silencio o la palabra.
Si un día retiran su presencia
en rebelión silenciosa
nacerá
un símbolo que crucifique su memoria
para instalar la teología
de los dioses de cuatro patas.
El evangelio del reposo
cautivará a cuerpos en movimiento
los hombres
erguidos sobre si mismos
no se sentarán en espacio alguno
por respeto e idolatría a las divinidades
dejando de pensar
descansar
ejercitar el silencio o la palabra.
Convertidos al fin
en peatones sonámbulos
a la espera de sus dioses
para poder sentarse.
Tan cotidiana como ausente
geométrica y elemental
sentada sobre si misma
observa y espera.
¿Cuántas veces te habrás sentado
en el lugar equivocado
en el lugar perfecto?
(Fuente: El poeta ocasional)
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