Amo el acero bruñido,
las pinturas de resinas perdurables,
los mecanismos motores,
las superficies despejadas
libres de gluten,
las delicadas
conexiones del grafeno,
la cebadilla, el junco dorado,
la estirpe sagrada
de la época de lluvias,
la topografía ensimismada,
polvo ácido, que le dicen,
la proa de los aviones,
las unidades experimentales,
la relación 9 : 1,
las descripciones fallidas,
los errores del lado izquierdo,
la hirsuta celestina
del azul con el azul,
los 29 bares,
el retículo linfoideo
que lo digital
dejó como rastro de potasio.
Como verán,
ausente el costo por hectárea,
la pedantería humana,
su permanente sangre
de dominación y escarnio.
- Inédito -
No hay comentarios:
Publicar un comentario