Conversación
¿Has visto mis tres
cardos en la arena? Su
violeta oscuro viene a menudo
encendido a mi encuentro. Ella dijo:
No he visto tus cardos.
Y en una amarga euforia
de espinas, una mariposa
en el fulgurante chaparrón de
dulce miel. Ella dijo:
No he visto tu mariposa.
Y en la playa, dije,
cinco piedras en
el susurro del mar, ¿es que
su peso no concierne
a mi atardecer?
Ella dijo: No he visto
tus cardos y no he oído
tus cinco piedras, pero
¿ves tú oscurecer la tarde
en mi pelo, y oyes crujir
el pañuelo azul
alrededor de mi cuello? Yo dije:
Oigo tu pañuelo azul.
Trad. Francisco J. Uriz
(Fuente: Ada lírica)
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