sábado, 14 de noviembre de 2020

Osman Halzawhiri (Perú, 1982)

 

 

LVII

los tranvías de afuera están de pie | de a dos | a la vista binaria | cerrando luces | velas | es tarde | es viento | es rozo | es sien | bracetes de hueso | chaleco de carne | unto los papeles de sangre negro | y giran trasluces de algún mechero | desde la ventana apago esqueletos de voz | veo las murallas donde caminé los inventos de noche | A VECES HABITO VELAS QUEMADOS QUE LLENAN LAS RAMAS LUCIENTES

 

 

LXVII

¿para qué formar lámparas de oreja a la restitución carnal de salivas huesudos? | ¿transitar perdido al tórax? | ¿para qué verse desde la hoguera que señala cráneos púlpitos? | ¿para qué cornisas de pared? Ahora es árbol soleado | ¿cubre masas de invierno?  | ¿PARA QUÉ DESTIÑES DE PAÑO DE NUBE DE MUERTE?  ¿A QUÉ VIENE OTRO TANTO DANDO VUELTAS AL INSEPULTO DE LAGUNA PIEDRA? DESPUÉS LO VES CAVANDO SU DESPROPÓSITO NATURAL

 

 

LXVIII

leños para verme a diario y caminar hacia uno mismo sin soltar la pita y salutar espejos rotos que vuelan como hojas de nieve | la noche se recrea en rostros desmemoriales | perdiéndose unos tras otro | detrás de ese río inmóvil para verse en la diestra corpuscular anónimo| por eso ya están ornados de negro | ahí está | la dulzura que desangró los nubes rojos | tal vez oré a quien se fue sin mí| PERO VOY ENCEGUECIDO Y MUDO COMO SI ANDUVIERA CIUDADES

 

 

LXXVII

yanto molinos de ausencia | kilo cobres residentes | denoto canjes de alguna manga | y doy a quien cajo toses de par | tengo huéspedes que nacieron conmigo | será retiros menguantes de cena | será obres de alguien que volvió nunca | ahí testiguaré cicatrices de bautizo | ACASO PERCIBO IR A ENTEROS | SÉ LOS ANTIGUOS CENITES DE RESPIRO

 

 

LXXVIII

LA DISOLUCIÓN DE MANADAS DISCORDANTES | óseos de trazo | páramo de fósforo con sus vigilias | ESTA NOCHE ME VUELVO A TOMAR LA FRENTE DE AUQUÉNIDO | habrá difuntos | ayunos constantemente | día y noche | ser numérico | desaliño del tiempo | borro  los sueños | tajo las señas de cualquier indicio desde los distintos monocordes | y simetrías de choclo | MAYO | CUERDA QUE JALÓ MIS OÍDOS DE TRAJE

 

 

EN LA FRENTE AURAL DE AVES TRASVUELAN LAS PAREDES Y LAS PIRCAS DE PIEDRA | se miran y rondan al redor de mi cráneo y desaparecen en las pitas azules | algunos se desprenden de los muros como nubarrones subversivos |y estallan mimbres de nube y traspasa las olas del viento y bajan en espirales pero despedazados como acequias funerales | esta noche veré el final de sus cantos y ceremonias | tal vez se están yendo a las casas desmoronados y melancólicos | las aves destruyen mi espaldar mi sombra por mirar el cementerio de mis huesos | e invaden la cavidad de mis hombros y se sueñan con los auquénidos y con los flagelos de un fogón prendido | aquí la noche hizo la montaña de niebla | en sus bordes el río se engalana con flores de capulí | en aquella pared se abalanza brotes de incienso como flores dorados | mientras la ceremonia se alza en varias dimensiones y espacios porque todavía hay chispas de color | telurios materiales o inmateriales o cuerpos infinitos | ALGÚN DÍA O NOCHE | EL BRÍO CABEZAL | LA PERCEPCIÓN DEL SESO SE EXTINGUIRÁN | ES DECIR HABREMOS VUELTO A LA CENIZA DE ARENA COMO SIEMPRE | ASÍ ES LA CAL MATINAL Y FRÍA | PRESAGIO EL TENOR DE LAS GASAS PINTANDO LA CABEZA | DE AQUÍ ESTÁ MUY CERCA LOS CABELLOS QUE SOBREVUELAN COMO RAYO Y DESATA LA NIEVE | DEJÓ DE NEVAR |ASÍ SE FUE LA NOCHE INFORME Y DENSA.

 

 

EN ESTE OJAL CREPA LA VOZ DE LA HUACA | hoy día he visto bajar como hilo invisible | mientras en el hoyo del ojo se mira hasta perderse al insomnio lúdico |y vuela hacia mis manos y percibo la señal de alas desbandándose en la puerta de la casa y las ventanas como si fueran pitos | mientras abrí la puerta las aves se perdían entre mis huesos | cuando quise tocar se habían desaparecido | un día los vi sobrevolar y rondar en sus vuelos volátiles | pero sólo eran manchas de color negro esparciéndose como charco oscuro | un día | ya no lo vi | pero al final | hallé entre los árboles de la calle | porque oí el trinar ovíparo | entonces cerré los ojos y me fui hacia mis cabellos | HACE VARIOS DÍAS MI MADRE TEJE VIÉNDOME CON LA PACIENCIA DE SUS MANOS | A VECES ME CAE SUS LÁGRIMAS COMO GOTAS DE LLUVIA | SERÁ LOS HILOS BLANCOS DONDE ME DEJA EL TAÑER DE SUS FLORES | SERÁ TAMBIÉN LAS AVES QUE TEJEN LAS TARDES Y LAS NOCHES DONDE SE ME VEN ESCRIBIR EN EL PAÑOLÓN DE LAS HOJAS | SERÁ LOS SUEÑOS QUE ME VUELVE AL PATIO DE LA CASA DESHABITADA PARA NO HALLAR A NADIE | POR ESO CAMINO HACIA MI CUERPO DE LIMBO Y DE BARRO.

 

 

(Fuente: Círculo de poesía)

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario