martes, 17 de noviembre de 2020

César Cantoni (La Plata, Buenos Aires, 1951)

 

Benditos

 

Benditos los que creen en el Padre porque no pueden verlo.
Benditos los que creen en el Hijo porque nada cambió tras su llegada.
Benditos los que creen en el infierno porque no encontrarán sosiego
mientras vivan.
Benditos los que oran porque ninguna plegaria es suficiente.
Benditos los que se flagelan porque nadie les pide que lo hagan.
Benditos los que aman porque serán odiados en igual medida.
Benditos los que sufren porque todo sufrimiento es gratuito.
Benditos los piadosos porque no habrá quien se conduela de ellos.
Benditos los caritativos porque a cambio sólo recibirán ingratitud.
Benditos los conciliadores porque no podrán remediar tanta discordia.
Benditos los que saben perdonar porque en vano pedirán perdón por
sus afrentas.
Benditos los que ríen porque un día tendrán que llorar.
Benditos los que lloran porque su llanto no tendrá consuelo.
Benditos los que sueñan porque serán desmentidos por la realidad.
Benditos los que apuestan al porvenir porque ignoran si mañana
estarán vivos.
Benditos los que erigen su casa en el aire porque todo es aire.
Benditos los que tienen hambre porque tropezarán con la indiferencia
de los saciados.
Benditos los pobres porque ya les fue robado hasta el aliento.
Benditos los que roban para comer porque éste es el único delito que
se castiga.
Benditos los que trabajan porque de su trabajo viven los poderosos.
Benditos los que renuncian a la riqueza porque los ricos no lo hacen.
Benditos los que piden prestado porque están expuestos a la avaricia
de los usureros.
Benditos los humildes porque no reclaman lo que les corresponde.
Benditos los mansos porque padecerán abuso y atropello.
Benditos los sumisos porque terminarán convirtiéndose en esclavos.
Benditos los justos porque conocerán la cara de la injusticia.
Benditos los condenados porque jamás podrán librarse de su condena.
Benditos los que gozan de libertad porque creen ingenuamente que
son libres.
Benditos los que confían en sus gobernantes porque éstos no tardarán
en defraudarlos.
Benditos los que denuncian la corrupción porque serán denunciados
sin motivo.
Benditos los que mueren en la guerra porque ninguna medalla les
devolverá la vida.
Benditos los artistas comprometidos porque sus obras deberán lidiar
contra la censura.
Benditos los que abrazan un dogma porque se someten a lo que otros
piensan.
Benditos los crédulos porque el mundo está hecho de mentiras.
Benditos los que persiguen la verdad porque serán escarnecidos.
Benditos los que tienen razón porque nadie los escuchará.
Benditos los ciegos que no quieren ver y los enfermos que no quieren
sanar porque se hallan a salvo de ver y de sanar.
Benditos los que perdieron la esperanza porque ahora pueden ver con
lucidez.
Benditos los locos porque sin querer se han vuelto sabios.
Benditos los no natos porque no saben nada ni sabrán...
Benditos hasta el día del Juicio Final en que no habrá juicio.
 
 
 
(Fuente: Alpialdelapalabra)


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