2 poemas 2
Fotografía de Aino Kannisto |
COSAS QUE PIENSO DURANTE LA CUARENTENA
me gustan las videollamadas porque puedo hacerlas en calzones
se escuchan más los pájaros desde el balcón
¿será que todos nos vamos a morir?
mi mamá está sola y tiene asma
y no sé cuanto tiempo más tardaré en verla
¿cuál es la probabilidad de que dejen de vender cerveza
en la tiendita de la esquina?
me da ansiedad hacer videollamadas
mi piel está más seca que de costumbre
y mis cejas se despeinan todo el tiempo
pero no he pensado para nada en ninguno de mis ex
ya se me hizo costumbre tomar una cerveza diaria
para controlar la ansiedad
los demás licores me dan asco
siempre digo que quiero tiempo para maquillarme
aunque ahora me siento sin ganas
luego pienso que al menos estoy escribiendo este poema
que no sé si es un poema
o si quiero que sea un poema
lo que en este punto no puede interesarme menos
no me aburro, pero sí me desespero
estoy harta de hacer videollamadas
uff las ganas que tengo de ir un restaurante
y mirar la carta
y tardarme en decidir
y de una hamburguesa al carbón
que no llegue aguada
y de ver a mi mamá
y de salir de mi casa y caminar por caminar
y caminar horas y horas, y sentarme en un parque
porque ningún filtro de Instagram me hace olvidarme de lo que estamos viviendo
ni las películas de Tarantino o las de Tarkovski
mi momento favorito del día es colgar la ropa en la azotea
sentir que produzco vitamina D y que estoy más preparada para la pandemia
en qué momento sucedió esto
se parece a tantas películas que me da miedo
mis amigos dicen que ver ciencia ficción los tranquiliza
pero yo siento que en cualquier momento podrían acecharnos los zombies
que va a acabar siendo verdad que los extraterrestres
quieren dominar la tierra
que las teorías conspirativas
sí son
sí son
sí son
y que el mundo
es desconocido, un gran misterio
pero hay cosas más graves sucediendo allá afuera
todavía la guerra, los intereses multimillonarios, la Deep Web
y también adentro de las casas
violencia y hambre y ganas de que pare
ya lo dije antes, pero lo confirmo
se escuchan más los pájaros desde el balcón
pero menos desde abajo de mis sábanas
s/d del autxr |
LOS CIRUJANOS PLÁSTICOS NUNCA DICEN LA VERDAD
Me sacaron un quiste de la nalga izquierda
la operación fue lo de menos
lo de más fue pensar que mi cuerpo había cambiado
dejé de ser la que tenía una bolita en la nalga izquierda
que se sentía rara para mí y para los que alguna vez la tocaron
aunque yo dijera que no, obvio es raro
pensar que te agarran una nalga y tienes una bola
y te dicen que no importa, como si no se hubieran dado cuenta
cuando los dos saben que sí
el quiste era horrible: rojo, grueso, jugué con él un rato
hasta que el cirujano se acordó que debíamos llevarlo para biopsia
a mi pobre engendro
me dio mucho asco ponerle nombre, aunque sí lo pensé,
luego el doctor me dijo que mis nalgas eran perfectas,
y me fui toda contenta pensando que si alguien tiene
la autoridad moral para hablar de la perfección de unas nalgas
era un cirujano plástico
cuál kim kardashian, mis nalgas chiquitas son perfectas
entonces pensé tristemente en todos mis ex
pobrecitos de ellos
que no conocerán mis nalgas perfectas
que agarraron la bola entre sus dedos
y pensaron que eso era todo lo que yo podría ofrecerles
y pues resulta que no
pero qué sabrían ellos, si me dejaron igualmente
si encontraron más pretextos para encontrarme imperfecta
si pensaron que había algo en mí
que no se podía arreglar
y prefirieron irse
pero ahora mis nalgas son perfectas
aunque tal vez eso es lo que el cirujano tenía que decir
para que yo saliera feliz de su consultorio
obviamente me va a quedar una marca
pero quiero que sea bella, quiero quererla mucho
y llevarla siempre conmigo
no como a ellos
que pensaron que mi fealdad era permanente
ninguno de ellos podrá mirar mi cicatriz.
Leídos en REVISTA CARDENAL
A veces el amor es un cactus, Ediciones Liliputienses, 2021 |
de A veces el amor es un cactus, Osa menor 2019,
Ediciones Liliputienses, 2021
(Fuente: Emma Gunst)
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