viernes, 25 de febrero de 2022

Adam Zagajewski (Ucrania, 1945 - Polonia, 2021)

 

Mano invisible


Parecía un joven,
siempre tenía nuevos proyectos, propuestas;
trabajaba sin descanso.
Le gustaba hablar de la ventana
de su anterior casa en Berlín,
la ventana del este desde la que durante años
pudo observar el Muro y Occidente,
un país misterioso, inaccesible.
El Muro cubierto de nieve, de escarcha,
liso en mayo, mojado por la lluvia,
oscureciéndose entrado el otoño;
el Muro, la cosa en sí misma,
un adorno de la filosofía del idealismo alemán.
Cuando llegó die Wende, o sea, ‘el cambio’,
Henryk rejuveneció todavía más,
decidió empezar una nueva vida,
la vida de un hombre libre,
de un habitante de un país libre.
Nunca pudo comprender a los que
lamentaban el final de una dictadura.
Estaba lleno de un entusiasmo moderado,
aunque el vecino del pueblo donde tenía
su casa de verano, un ex oficial de la Stasi,
no despertaba su afecto. Evidentemente.
Viajaba por Europa, en Polonia
le correspondieron honores y distinciones.
Parecía que iba a vivir muchos años más,
que como recompensa a aquella ventana del este
recibiría muchos años adicionales.
Pero otras fueron las decisiones. Otro el veredicto.
No hubo premios, ni castigo,
sólo nieve, escarcha y niebla.



(Fuente: Liliana Hayat)

 

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