domingo, 20 de febrero de 2022

Martha Luisa Hernández Cadenas (Cuba,1991)

 

La cantante de ópera china

 


 
 
 
Y cuando olvidó hablar,
su lenguaje era la partitura.
Y cuando olvidó caminar,
se desplazaba en un caballo.
Y cuando ya no supo reír,
tarareaba.

Lo que el cuerpo sabe permanece latente.
No abandona al cuerpo,
lo que el cuerpo ha vivido desde antes de ser.
Recuerdos de plantaciones,
los muertos en la tripulación,
océanos Índico y Atlántico.

Y cuando no reconoció a su hijo,
llamó a su padre,
los huesos de su padre en lo natal,
la tierra que visitó imaginariamente.
En el cuartico de Centro Habana,
paredes que resguardaban
a la más importante sociedad china,
así palpó los restos de su abuelo en la piedra.
Y cuando no soportó las telas,
sus manos pulsaban una lanza imaginaria,
sujetándose al dragón.
Y cuando sus pies no toleraban calzar zapato,
llevaba botas finas y puntiagudas,
y con pasos rigurosos atravesaba el escenario,
se ocultaba detrás de los telones,
buscaba la luz,
la Plaza del Vapor,
la pelota roja.

Y cuando todo olvidó,
o sus nietos asumían que había olvidado,
ella actuaba en la ópera china,
latente en
ojos,
manos,
boca,
codos,
axilas,
barbillas,
dedos del pie.

Y cuando el pellejo se endurecía,
abrazaba a la hermana,
ese hermana que era un príncipe en escena.

Y cuando las córneas azulosas se cerraron,
abrió los ojos en el precipicio,
maquillándose en las penumbras del callejón.

Y cuando celebraron su muerte,
más allá de la razón y el espíritu,
la cantante olvidó lo desvaído
para vivir otra vez en la ópera china.
 
 
 
 

incluido en 7 poetas cubanas  (Buenos Aires Poetry, Argentina, 10 de enero de 2021, coord. Nara Mansur).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

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