Forrest Gander nació en el desierto de Mojave en Barstow, California. Creció en Virginia y pasó importantes años con la poeta CD Wright –– en San Francisco (California), Dolores Hidalgo (México), Eureka Springs (Arkansas) y Providence (Rhode Island). Con CD Wright, tiene un hijo, el artista Brecht Wright Gander. Gander estudió geología antes de estudiar y dedicarse enteramente a la literatura. Poeta y traductor, es autor de varios libros, entre los cuales los poemarios Eiko & Koma (New Directions, 2013), Core Samples from the World (New Directions, 2011), las novelas As a Friend (New Directions, 2008) The Trace (New Directions, 2014). Es editor y traductor de Panic Cure: Poems from Spain for the 21st Century (Seismicity Editions en USA; Shearsman Editions en UK, 2013) y de libros de los poetas mexicanos Coral Bracho, Pura López Colomé, Alfonso D’Aquino, Valerie Mejer y de dos libros del poeta boliviano Jaime Saenz. También es el traductor de Then Come Back: the Lost Poems of Pablo Neruda (Copper Canyon, 2017). Con Patricio Ferrari es el traductor de la poesia francesa de Alejandra Pizarnik (The Galloping Hour: French Poems, New Directions, 2018) y, con Raúl Zurita, publicó Pinholes in the Night, Essential Poems from Latin America (Copper Canyon, 2014). Su libro de poesía más reciente es Twice Alive (New Directions, 2021). El poema aquí publicado es el que abre Be With (Estar Con), publicado por New Directions en 2018 y premiado con el Premio Pulitzer en 2019. Forrest Gander reside en el norte de California con la artista Ashwini Bhat.
HIJO
No es el espejo que está drapeado sino
lo que permanece tácito entre nosotros. Para qué
pronunciarse sobre la muerte, la inevitabilidad, sobre cómo
el cuerpo comienza a desdoblarse en una miríada de vermes
como si fuese un concepto maleable y no
una abrasadora exquisita singularidad. Hacer de ella
una elegía o una ficción de mi o de tu mismísimo
sufrimiento. Una especie de humillación del yo.
Y así continuamos despertando a un sol decapitado y los árboles
me irritan una y otra vez. El corazón de la caridad
soporta su propio juego de genomas. Ahí donde la rodilla encorva
arrastras un enjambre de bacterias y, dentro de mis tripas,
se retuercen parásitos helmintos. ¿Quién fue alguna vez solamente uno mismo?
En Leptis Magna, cuando tu madre y yo éramos jóvenes, dimos con
estatuas de dioses con rostros y pies partidos por vándalos. Excepto
la hilera de cabezas de la Medusa guardiana. Nadie tan valiente para desfigurarlas.
Cuando ella hablaba, cuando tu madre hablaba, hasta al galgo
amarrado arrebataba. Me arrebataba a mí.
Di mi vida a extraños; a quienes amo se la privé.
Su único hijo arterial. Es solo en ti que corre su sangre.
–
SON
It’s not the mirror that is draped, but
what remains unspoken between us. Why
say anything about death, inevitability, how
the body comes to deploy the myriad worm
as if it were a manageable concept not
searing exquisite singularity. To serve it up like
a eulogy or a tale of my or your own
suffering. Some kind of self-abasement.
And so we continue waking to a decapitated sun and trees
continue to irk me. The heart of charity
bears its own set of genomes. You lug a bacterial swarm
in the crook of your knee, and through my guts
writhe helminth parasites. Who was ever only themselves?
At Leptis Magna, when your mother & I were young, we came across
statues of gods with their faces and feet cracked off by vandals. But
for the row of guardian Medusa heads. No one so brave to deface those.
When she spoke, when your mother spoke, even the leashed
greyhound stood transfixed. I stood transfixed.
I gave my life to strangers; I kept it from the ones I love.
Her one arterial child. It is just in you her blood runs.
–
–
–
Extraído de Forrest Gander, from Be With (New Directions, 2018) | Traducción de Patricio Ferrari y Graciela S. Guglielmone | Buenos Aires Poetry 2022 | Imagen: Ashwini Bhat, 2022
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