GLOBO
Dónde he visto al comediante, al músico, al hombre de Dios.
No se trataba más que de un perfil que se abatía sobre la muralla. Una sombra. Nosotros estábamos afuera y llovía. Confundidos con la lluvia distinguíamos algunas estrellas y un niño que tendía su mano.
Alguien gritaba en la calle, tras una ventana, pues llovía. Y todo se desvanecía.
No así la noche, ni el hombre, ni Dios.
No así el niño ni las estrellas.
***
ESTACIÓN
En el hotel sólo quedan los gitanos rojos que pulsan los botones de los timbres y
aquellos que iluminan al mundo con la electricidad.
Hay un ruido en la escalera cuando se detiene la cascada.
Los enfermos duermen.
Los asnos.
El dueño del hotel anda huyendo.
Todo el mundo espera.
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trad. de Jorge Esquinca en "La Colmena", n.º 70, UNAM, abril-junio de 2011. La imagen, Pierre Reverdy (Narbonne, Francia, 1889-Solesmes, Francia, 1960) por Dora Maar, c. 1935
(Fuente: Jonio González)
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