Hay un tiempo para la poesía y otro para la policía
La policía secreta de Stalin
torturaba a sus víctimas siguiendo el método Stanislavski,
haciéndoles experimentar las mismas emociones
que el personaje que tenían que representar.
En la checa comunista de Vallmajor, en Barcelona,
se torturaba psicológicamente a los trotskistas y anarquistas
con pinturas suprematistas y neoplasticistas
que defendían lo espiritual en el arte.
El término sociedad del espectáculo
con que Debord pensaba insultar a la sociedad
que estaban construyendo los medios de comunicación,
ha sido apropiado y reclamado
por ellos como un término identitario.
La Oficina Nacional de Turismo de Holanda
publicó un tríptico titulado Vean a los Provos.
A los turistas interesados se les conducía
a las afueras de la ciudad donde,
previo pago de una entrada,
eran provocados por provos autorizados por el Gobierno.
Mil Mesetas, el libro de Deleuze y Guattari
es leído por el ejército israelí como un manual
para mejor combatir a los palestinos.
¿Dejaremos alguna vez de trabajar para el enemigo?
Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Ed. Irrecuperables, 2023
(Fuente: Cultura y anarquismo)
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