PERO EL AVE NO LLEGÓ
Conmemoramos el entierro de las cenizas
Agotamos el vino
Descubrimos entre las sombras
Pero el ave no llegó
Adornamos nuestro tejado
de rosas
Nos echamos sobre la hierba de la tarde
Pulimos las amapolas oxidadas
Pero el ave no llegó
Resucitamos la llama
en su lecho mortuorio
las bailarinas congeladas
sobre los cristales de las ventanas
Pero el ave no llegó
Adormecimos al silencio
en las teclas del piano
Nos hundimos en los ojos de nuestras amadas
heridas azules, sin fondo
Pero el ave no llegó.
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en "Introducción a la poesía griega contemporánea", Prometeo Editores, Guadalajara, 2009, ed. digital. Trad. del griego, Juan Ruiz de Torres. En la imagen, Takis Varvitsiotis (Τάκης Βαρβιτσιώτης, Tesalónica, Grecia, 1916-2011 / EPT)
(Fuente: Jonio González)
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