Se respetaron las escrituras
Se respetaron las escrituras
Vi morir a mis padres
reconocí en cada uno de ellos la ternura
adentro de una fría bolsa negra
su recorrido a la mitad
su angustia fantasma en la pierna izquierda
mi madre apretaba sus dientes de postizo
que asomaban entre sus labios
mordidos por el frío de la morgue judicial
de todos los disgustos que les causé en vida
al menos no me verán morir
no reconocerán ni mi infancia ni mi poesía
no dirán éste de ahí entre esos trapos
es nuestro hijo
no arrastrarán mi cadáver
no le encenderán velas a mi fotografía
muerto seré un hijo ejemplar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario