martes, 26 de marzo de 2024

Gabriel Pantoja (Córdoba, Argentina, 1978)

 

Yo quiero una fe
que tenga caballos
que tenga esas vacas
que tenga ese
vestido verde
de muchacha
en noviembre.
Yo he visto esa muchacha
en noviembre.
Yo creo que ahí empezó.
Saluda así con su pelo
y pone las manos así.
Yo tenía una fe
y soñaba a Pitágoras
y a toda esta arena
y a Jesucristo
que era un escarabajo
oscuro y pequeño
que cruzaba una playa
y después otra playa
y un corazón.
Yo quiero ese corazón
dije de muchacha
en noviembre.
Yo creo que ahí empecé.
Yo ahora agradezco.
Yo después también agradecí.
Yo, etcétera.
Yo estuve posiblemente loco
o fui posiblemente tonto
o fui probablemente santo
está bien.
Yo entregaba
a estos mundos
unas veces
mi fe.
Yo vi el flujo de todas las piernas
yo vi a Pitágoras
y era un caballo
y habían altos pastos
debajo de sí
y habían espejos
y fueron tus pasos
también tus pasos
está bien
yo vi.
Yo creo que ahí se largó.
En esto quedemos:
Pasaba Jesús y era otro
caballo y mugían las vacas
eran muchas las vacas
porque mugieron así
atrás mío
y ahí la vi:
la muchacha es igual a mi fe
pensé. Ahí me saluda
ancha y vasta como la escena del mundo
con sus manos así.
Yo fui cruzado
como todo corazón
por cosas así.
Yo estoy entre las cosas,
etcétera.
Y las cosas eran en mí.
Como toda nave espacial
-oigan- estoy en una nave espacial
como toda nave espacial
-repito- bajé de las nubes
y vine
y medio caí
y un poco me rompí
o un poco después no me rompí.
Porque el agua no se puede romper
pensé. Yo fui una llovizna.
Y nadie nunca se rompe
no
verdaderamente aquí.
Yo fui ese Pitágoras,
yo fui ese teorema
medio mojado
yo fui ese caballo,
azul de espejismos
y ese Cristo en la arena,
y esa criatura de Dios,
y esa piedra en los altos pastos
y esa estrella igual a una cruz
oscura y pequeña
casi flotando
en la gravedad
de tu corazón.
Oh muchacha
Oh muchachos del
vestido verde
Oh muchacha de las manos así.
Yo fui posiblemente un tonto
Oh Jesucristo
O posiblemente un santo
Y probablemente incierto
está bien
Yo fui tu garganta
y fui la trompeta
y aquellos caballos
y aquel grito entre las vacas
y aquel ángel o núcleo
blanquísimo
de espejismos
¿han visto tus ojos
sobre el gris río de las calles
marchar al viejo
Jesucristo?
Aquel viejo es Jesucristo pensé
Aquella niña de las manzanas
es Jesucristo
Aquella manzana es Jesucristo
Aquella mujer que fue
mi hermana es
Jesucristo.
Está bien.
Todos los días camino.
Todos los días voy
por el vasto y ancho
noviembre.
Oh criatura.
Yo fui ese rayo caído
más o menos aquí.
Yo fumo en la alta hierba,
en la alta noche
Yo estoy sentado,
yo escribí esa
montaña.
No escribiría nada más.
No escribiría verdaderamente más

 

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