lunes, 25 de marzo de 2024

Ocean Vuong (Ho Chi Min, Vietnam, 1988 / EEUU)

 

Aldaba con ciudad en llamas 


Vietnam del Sur, 29 de abril de 1975: la Radio 
de las Fuerzas Armadas transmite “White Christmas”, 
de Irving Berlin, código para iniciar la Operación Viento 
Frecuente, la evacuación final en helicóptero de civiles 
estadounidenses y refugiados vietnamitas durante la caída 
de Saigón.




        Pétalos de flor de leche por la calle
                                        como retazos del vestido de una nena.

Que tus días sean dichosos y radiantes…

Él llena de champán una taza de té, y la acerca a los labios de ella.
Abrí, le dice.
Ella abre.
Afuera,  un soldado escupe
        su cigarrillo mientras la plaza se llena de pasos como piedras
                                                       
que caen desde el cielo.  Que
todas tus navidades sean blancas
                          mientras el agente de tráfico se desabrocha la funda del revólver.

                Los dedos de él recorren el dobladillo
del vestido blanco de ella. Una sola vela.
                                Sus sombras: dos pabilos.

Un camión del ejército cruza la intersección a toda velocidad, adentro
                                aúllan chicos. Una bicicleta incrustada
        en la vidriera de un negocio. Cuando se levanta el polvo, un perro negro
                jadea tirado en la calle. Las patas traseras
                                                     aplastadas en el resplandor
                                                de una blanca navidad .
En la mesa de luz, un ramito de magnolias se expande como un secreto del que uno acaba
                                                                        de enterarse.

Las copas de los árboles relumbran y los chicos escuchan, el comisario
                                boca abajo en un charco de Coca-Cola.
                                        Una foto de su padre se empapa
                        junto a su oreja izquierda.

La canción recorre la ciudad como una viuda.
        Una blanca… una blanca… Sueño con una cortina de nieve

                                        que cae de los hombros de ella. 

Nieve que araña la ventana. Nieve picada
                        a balazos. Cielo rojo.
                Nieve sobre los tanques que derriban las murallas de la ciudad.
Un helicóptero levanta vuelo con los vivos y se los lleva apenas
                                                                                fuera de peligro.

        Está tan blanca la ciudad que pide tinta.

                                        La radio dice corran corran corran.

Pétalos de flor de leche sobre un perro negro
                como retazos del vestido de una nena.


Que tus días sean dichosos y radiantes. Ella dice algo
        que no escucha ninguno de los dos. El hotel se sacude
                debajo de sus pies. La cama un campo de hielo.

No te preocupes, dice él, las caras de los dos iluminadas
                por la primera explosión, mis hermanos ganaron la guerra
                                                        y mañana…
                                Se corta la luz.

Estoy soñando, estoy soñando…
                                        ...cascabeles en la nieve.

Abajo, en la plaza: una monja, prendida fuego,
                        corre en silencio hacia su dios:

                Abrí, le dice él.
                                        Ella abre.
 
 


  Traducción de Ezequiel Zaidenwerg



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