Caer no es caer
Chupar no es chupar.
Cita no es cita.
Dar no es dar.
Caer no es caer.
Soplar no es soplar.
Pinza no es pinza.
Fierro no es fierro.
Máquina no es máquina.
Capucha no es capucha.
Submarino no es submarino.
Personal no es personal.
Parrilla no es parrilla.
Apretar no es apretar.
Quebrar no es quebrar.
Cantar no es cantar.
Volar no es volar.
Dormir no es dormir.
Limpiar no es limpiar.
Guerra no es guerra.
Cuerpo no es cuerpo.
Desaparecer no es desaparecer.
Morir no es morir.
Ser no es ser.
Yo, nada.
***
Barthes dice que la lengua es facista, cuanto que, como el fascismo,
se define no por lo que impide decir, sino por lo que obliga a decir.
Ningún escritor o poeta en nuestro país puede usar inocentemente
ciertos términos sin oír esa otra resonancia, que se ha impregnado en
la acepción original a través de nuestra historia más reciente. El lenguaje
es histórico y la historia que algunos niegan o minimizan está tan presente,
nos atraviesa de tal modo, que estas palabras ya no pueden salir a la luz
sin su sombra. Este poema lo posteó ayer Mariana Enríquez, se titula
“Caer no es caer” y es Ángela Urondo Raboy.
Gracias a la poesía que las pone en evidencia.
Mario Nosotti
(Ángela Urondo Raboy, hija de Francisco "Paco" Urondo
y Alicia Raboy. Su padre fue asesinado por la dictadura
cuando ella tenía 6 meses, y su madre desaparecida
poco tiempo después)
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