lunes, 19 de septiembre de 2022

Mario Arteca (La Plata, Argentina, 1960)

 

 

Omega 3, Omega 9, nada personal.


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Ahora, anoto: “un pez con tres filas de dientes no merece
desprecio”. ¿Y con cuatro? Con cuatro o más, es otra cosa.
Si no tiene dientes, es amado por sus futuros depredadores.
De tener sólo uno, seguramente será ignorado por escasez
de recursos. El pez que no es atrapado circula bien en un
estanque sucio plagado de bacterias, todas mortales a largo
plazo. Lo familiar que se vuelve extraño versus la extrañeza
de lo familiar. “Señorita, por favor, deje de castigar crímenes
menores...” Se sabe que el gatito al que le gusta el pescado,
se comporta como un buen alumno. A todo esto, la cultura
colectiva es un vaciado de carácter, dijiste, aunque todos
ellos fueran “hijos postreros de la inmigración”. Sin embargo,
el hombre de la urbe silba solitario en el cosmos de acero.
Luego, se daban cosas ridículas, como un tipo que le tiraba
a un avión de reconocimiento con un rifle 22. Bien, tal vez
un pez con tres filas de dientes merezca algo de desprecio.
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inédito

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