lunes, 23 de octubre de 2023

Balbina Jiménez (Valencia, España, 1972)

 

2 poemas de KOTOD AMA

 



piedra sobre piedra tras piedra, la piedra

 

 

Piedra cuadrangular.

El búho reposa en la lubricidad del pensamiento.

José Ángel Valente.

 

 

 

 

A piedra                                                      piedra

nos hicimos una muesca tras otra                     en la indiferencia

quizás permisividad, tolerancia a negro sobre negro,

hasta negar el negro,

relativizar el sufragio de las voces a favor de la torre levantada con las otras manos siempre.

 

Mostramos nuestras piedras                             sin pudor                    a reivindicarlas

sin actos que las hastían,

las destruyan, las deleznables piedras

nos permiten el deterioro del acto puro.

 

Este es el tiempo del Cartón Mojado

impedidor de casa y techo,

la comida y su musgo en el paladar

tiempo de invernadero, cajón callado.

 

Esta es la lluvia de noche en las ventanas sin cristales,

hay un mar de azul y olas en un pasillo,

vienen como hordas de ahogo,

respiración detenida,

pulmones                                       frágilmente abiertos,

cierre de oxígeno que se pierde.

 

A veces guardamos insectos cansados en el pecho como joyas de nácar.

 

A veces, solo a veces, alcanzamos la plenitud tras una larga cola para colonizar los lomos ajenos.

 

Y no, no van a permitirnos

los barquitos ni las branquias en los laterales, gratuitamente,

de nuestro cuerpo indolente al salvaje histórico que hicimos crónico …

para saltar rápidamente a lo siguiente, pantalla veloz.

 

Este océano, este diluvio universal, esta estepa extraña. Este Detenido no guarda prisa.

 

El páramo del mundo conocido se extiende ante los ojos, antes no sabíamos como de lineal y pequeña era nuestra humanidad.

 

No lo sabíamos todos a la vez.

 

Apenas algunos nombraban las grietas, otros vociferaban, otros guardaban en arcones objetos, materiales para llamarse dueños de sus vidas.

 

Y entonces dicen

 vino Dios, o la madre Tierra a decir Basta.

¿Y bastó para que bastara?

¿Bastará ahora?

¿Lo diremos nosotros?

 

 

 

 

Para, para, carrusel de los días,

para egoísta, mansedumbre callada,

 para para, niña triste,

niña púrpura grandilocuente,

para hombre gordo,

para harapienta horda de monstruos carnales,

locos, organistas de sus territorios.

 

Vete a la cueva, mira la lluvia caer, escóndete de ti mismo primero.

He ahí que todo

Lo humano no es ajeno

Hasta lo contrario…

 

¿Lo diremos nosotros?

 

 


 

nacer a la mudez

 

 

Desde el gran púlpito/ donde la carcoma   se propaga y verdea/

las gárgolas risueñas me dan la mano

y allí/ señalo/ desde el cuello de la jirafa

los sucios enseres/ que dejáis por las ciudades

parecen mutaciones de la vida

peces aleteando su aliento a ras de la tierra.

 

Veo el vertedero

sobre el que los pies descalzos se ponen de puntillas/ pululan los juicios

                                                                                      como astrolabios negros

y la orilla no da pan al hambriento

y la arcada me cierra los ojos de bruces

las plantas de mis pies no saben hacer de las aguas/ campos/

entonces/ me digo/

soy solo otro fraude efervescente

entonces/escribo/

la mudez me salva.

 

La carcoma en la palabra se hace animal de compañía/ una enfermedad elegida.

 

 


En los últimos años, la política (y con ella, el mundo) ha dado un giro:

la realidad cada vez importa menos.

 Lo que importa es eso que vilmente han dado en llamar "el relato".

Controlar la narrativa de los hechos.

 




Balbina Jiménez. Kotod Ama. Huerga & Fierro, 2023

 

/Fuente: Voces del extremo)

 

 

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