Árbol
Que estupidez
dejar que una secuoya
crezca junto a una casa.
En esta
única vida,
te tocará elegir.
Esa criatura majestuosa y calma,
el revoltijo de ollas y de libros:
las primeras ramitas ya rozan la ventana:
tranquila, suavemente, la inmensidad empieza
a tocarte la vida.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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