lunes, 23 de octubre de 2023

Maria Teresa Horta (Lisboa, 1937)

 

modos de amar







 
 
Modo de amar – I


Lámeme los pechos
desanúdame la locura

úsame los muslos
devástame el ombligo

ábreme las piernas
ponlas en tus hombros

y lentamente haz lo que te digo:

~

Modo de amar – II


Me pondrás bocabajo,
así inclinada...

la nuca al descubierto,
el cuerpo en movimiento...

la cabeza tocando
la almohada,

que los cabellos afloran,
tiempo al tiempo...

Me pondrás bocabajo;
Digo:
arrodillada...

las piernas largas
apoyadas en las sábanas...

y no hay nada, mi amor,
ya nada, que no hagamos como quien consume...

(Me pondrás bocabajo,
así inclinada...

mis pechos colgando
en tus manos cerradas.)

~

Modo de amar – III


Es bueno nadar así
encima de tu cuerpo

mientras tú te sumerges ya dentro del mío

Ambos piscinas que a nado atravesamos
de espaldas tú mi amor
de bruces yo

~

Modo de amar – IV


Apoyada de espaldas
a tu pecho

en abanico las piernas
abiertas
el vientre inclinado

ambos de pie
formando lentos gestos

las sombras suaves
tumbadas en el suelo

~

Modo de amar – V


Dulcemente amor
todavía dulcemente

el tacto es poco
y curvo bajo los labios

y si un anillo en el cuerpo
es saliente
digamos que es por la piedra
en que se rasga

Ópalo enorme
y templado
tan trémulo

dalia supuesta
bajo el calor de la carne

labios cedidos
de pétalos durmientes

Loca ametista
con olores de tarde

Ávidamente amor
con desesperación y calma

las manos subiendo
por la cintura dada
a los dedos puros
en una aridez de playa
que la curvan locos hasta el suelo del salón

Ferozmente amor
con templanza y rabia

las caderas descendiendo como cabras
tan estrechas y duras
que desarman
la tibieza de las mías
que se abren

Y luego los hombros
se inclinas
y los cabellos

desfallecen los muslos que retoman
de las tuyas
el pecado
y lo vence
en cada movimiento en que se doman

Suavemente amor
ahora velozmente

los riñones suspendidos
las muñecas
y las escápulas

el vientre erecto
mientras va creciendo
planta viva entre mis nalgas

~

Modo de amar – VI


Inclina los hombros
y deja
que mis manos avancen
en la suave madera

en la densa madeja de tu vientre

Deja
que te entreabra las piernas
dulcemente

~

Modo de amar – VII


Segrego el nudo en la curva
de mi espasmo

Y la cumbre más clara
de las rodillas
que desdobladas chorrean de los espejos

o de tus hombros los míos:
flancos
en la luz de mayo

~

Modo de amar – VIII


Qué sedosas las piernas

en la penumbra

y las caderas
subidas
en los dedos que las desvían

Entreabro despacio
la grieta – el fondo
la fiebre
de mis labios

y tu lengua
demorada:

toma – muerde
lame
esa humedad escurridiza

~

Modo de amar – IX



Se enlazan las piernas
las piernas
y las caderas

el aire estancado
que se extiende
en la habitación

Las piernas que se tumban
a lo largo
bajo las piernas

Y sobre las piernas vencen al gemido

Flor nacida en la tranquilidad de la habitación

~

Modo de amar – X


La playa de la memoria
a surcos hecha
a partir de la cintura:

la boca
los hombros

en tu mansa lengua que camina

abriéndome despacio
poco a poco

Globo donde la sed
se eterniza
Piscina donde el tiempo se deshace
la cadera reposada
que inclinas
las piernas estiradas que levantas

Y después
son los dientes que limitan

Luego
están los labios que se amodorran
en el cálido retomar de una saliva
que me penetra al vacío
hasta el vientre

el vínculo del viento
la vastedad del tiempo

el vicio de los dedos

en el cabello

Y el rigor de los cuerpos
que ya olvida
en la más lenta manera de vencerlos

~

Modo de amar – XI
((Tu) Bajo vientre)



Nunca se duerme la boca en
tu pecho

mi boca en tu bajo
vientre
bebiendo despacio lo que se
deshace

~

Modo de amar – XII
(Los testículos)



Tengo en las manos
tus testículos
y la boca ya tan cerca

que de ellos te siento
el vicio
en un gusto de vino abierto

~

Modo de amar – XIII
(Las piedras – Las piernas)


Son las piedras
mis pechos
Son las piernas

piel y suavidad
en el interior de los
labios

rosa de leche
que sube despacio
en la dulce piedra
del moco de mis labios

Son las piedras
mis pechos

Son las piernas

Melocotones desnudos cuerpos
pelados

Saliva encendida
que la lengua va cediendo

el gozo encima...
en la piedra de mis
labios

Juego del cuerpo
rozando el tiempo
que ya pasado sólo sé de memoria,
la mano doliente
como quien masturba entre las rodillas...
una larga historia...

Carretera ocupada
donde se vislumbra
(rodillas desviadas en la almohada)

así abierta el fin de que disfruta
el fruto del olor
todo el fondo
del cuerpo ya cerrado.

~

Modo de amar – XIV
(Las rosas en las rodillas)



Son guirnaldas de rosas
alrededor
de las rodillas

El ámbar de tus dientes
en los sentidos

el templo de la boca
en lo cóncavo del espejo
donde mi cuerpo expía
tus gemidos

Es el brote después...
y enseguida la pulpa...

el penetrar del dedo...
El puño del puñal

que en la carne entierras
dulcemente
como quien adormece
lo que es fatal

Es el brezo debajo
y el fuego que calienta
el pez
que se desliza en el ombligo

piscina honda
en la boca más sedienta bordada a escupitajos
en la piel del ombligo

Y si desdigo la fiebre
de tus ojos
luego me entrego a la fiebre
de tu vientre

que va venciendo

las rosas – los escollos
alrededor de las rodillas, dulcemente.

~

Modo de amar – XV
(La boca – La rosa)


Se entreabre la boca
en la saliva de la rosa

en lo raso de la brecha
en la fisura de las piernas

Se entreabre la rosa
en la boca que descierra
en la cima del cuerpo
la rosa entreabierta

Y se prolonga la asta
la lengua en la fisura
en la boca de la rosa
en la caverna de las piernas

que ahí se entre-curva

se hunde
se pierde

se entreabre la rosa
entre la boca
de los pétalos

***

Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Modo de amar – I

*

Lambe-me as seios
desmancha-me a loucura

usa-me as coxas
devasta-me o umbigo

abre-me as pernas
põe-nas nos teus ombros

e lentamente faz o que te digo:

~

Modo de amar – II

*

Por-me-ás de borco,
assim inclinada...

a nuca a descoberto,
o corpo em movimento...

a testa a tocar
a almofada,

que os cabelos afloram,
tempo a tempo...

Por-me-ás de borco;
Digo:
ajoelhada...

as pernas longas
firmadas no lençol...

e não há nada, meu amor,
já nada, que não façamos como quem consome...

(Por-me-ás de borco,
assim inclinada...

os meus seios pendentes
nas tuas mãos fechadas.)

~

Modo de amar – III

*

É bom nadar assim
em cima do teu corpo

enquanto tu mergulhas já dentro do meu

Ambos piscinas que a nado atravessamos
de costas tu meu amor
de bruços eu

~

Modo de amar – IV

*

Encostada de costas
ao teu peito

em leque as pernas
abertas
o ventre inclinado

ambos de pé
formando lentos gestos

as sombras brandas
tombadas no soalho

~

Modo de amar – V

*

Docemente amor
ainda docemente

o tacto é pouco
e curvo sob os lábios

e se um anel no corpo
é saliente
digamos que é da pedra
em que se rasga

Opala enorme
e morna
tão fremente

dália suposta
sob o calor da carne

lábios cedidos
de pétalas dormentes

Louca ametista
com odores de tarde

Avidamente amor
com desespero e calma

as mãos subindo
pela cintura dada
aos dedos puros
numa aridez de praia
que a curvam loucos até ao chão da sala

Ferozmente amor
com torpidez e raiva

as ancas descendo como cabras
tão estreitas e duras
que desarmam
a tepidez das minhas
que se abrem

E logo os ombros
descaem
e os cabelos

desfalecem as coxas que retomam
das tuas
o pecado
e o vencê-lo
em cada movimento em que se domam

Suavemente amor
agora velozmente

os rins suspensos
os pulsos
e as espáduas

o ventre erecto
enquanto vai crescendo
planta viva entre as minhas nádegas

~

Modo de amar – VI

*

Inclina os ombros
e deixa
que as minhas mãos avancem
na branda madeira

Na densa madeixa do teu ventre

Deixa
que te entreabra as pernas
docemente

~

Modo de amar – VII

*

Secreto o nó na curva
do meu espasmo

E o cume mais claro
dos joelhos
que desdobrados jorram dos espelhos

ou dos teus ombros os meus:
flancos
na luz de maio

~

Modo de amar – VIII

*

Que macias as pernas

na penumbra

e as ancas
subidas
nos dedos que as desviam

Entreabro devagar
a fenda – o fundo
a febre
dos meus lábios

e a tua língua
Vagarosa:

toma – morde
lambe
essa humidade esguia

~

Modo de amar – IX

*

Enlaçam as pernas
as pernas
e as ancas

o ar estagnado
que se estende
no quarto

As pernas que se deitam
ao comprido
sob as pernas

E sobre as pernas vencem o gemido

Flor nascida no vagar do quarto

~

Modo de amar – X

*

A praia da memória
a sulcos feita
a partir da cintura:

a boca
os ombros

na tua mansa língua que caminha

a abrir-me devagar
a pouco e pouco

Globo onde a sede
se eterniza
Piscina onde o tempo se desmancha
a anca repousada
que inclinas
as pernas retezadas que levantas

E logo
são os dentes que limitam

mas logo
estão os labios que adormentam
no quente retomar de uma saliva
que me penetra em vácuo
até ao ventre

o vínculo do vento
a vastidão do tempo

o vício dos dedos

no cabelo

E o rigor dos corpos
que já esquece
na mais lenta maneira de vencê-los

~

Modo de amar – XI
((Teu) Baixo ventre)

*

Nunca adormece a boca no
teu peito

a minha boca no teu baixo
ventre
a beber devagar o que é
desfeito

~

Modo de amar – XII
(Os testiculos)

*

Tenho nas mãos
teus testiculos
e a boca já tão perto

que deles te sinto
o vício
num gosto de vinho aberto

~

Modo de amar – XIII
(As pedras – As pernas)

*

São as pedras
meus seios
São as pernas

pele e brandura
no interior dos
lábios

rosa de leite
que sobe devagar
na doce pedra
do muco dos meus lábios

São as pedras
meus seios

São as pernas

Pêssegos nus corpo
descascados

Saliva acesa
que a língua vai cedendo

o gozo em cima...
na pedra dos meus
lábios

Jogo do corpo
a roçar o tempo
que já passado só se de memória,
a mão dolente
como quem masturba entre os joelhos...
uma longa história...

Estrada ocupada
onde se vislumbra
(joelhos desviados na almofada )

assim aberta o fim de que desfruta
o fruto do odor
o fundo todo
do corpo já fechado.

~

Modo de amar – XIV
(As rosas nos joelhos)

*

São grinaldas de rosas
à roda
dos joelhos

O âmbar dos teus dentes
nos sentidos

O templo da boca
no côncavo do espelho
onde o meu corpo espia
os teus gemidos

É o gomo depois...
e em seguida a polpa...

o penetrar do dedo...
O punho do punhal

que na carne enterras
docemente
como quem adormenta
o que é fatal

É a urze debaixo
e o fogo que acalenta
o peixe
que desliza no umbigo

piscina funda
na boca mais sedenta bordada a cuspo
na pele do umbigo

E se desdigo a febre
dos teus olhos
logo me entrego à febre
do teu ventre

que vai vencendo

as rosas – os escolhos
à roda dos joelhos, docemente.

~

Modo de amar – XV
(A boca – A rosa)

*

Entreabre-se a boca
na saliva da rosa

no raso da fenda
na fissura das pernas

Entreabre-se a rosa
na boca que descerra
no topo do corpo
a rosa entreaberta

E prolonga-se a haste
a língua na fissura
na boca da rosa
na caverna das pernas

que aí se entre-curva

se afunda
se perde

se entreabre a rosa
entre a boca
das pétalas
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

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