si voy caminando y me preguntan ¿crees en dios? freno mis pasos
tropiezo en el agujero del día
el humor despabila mis insectos
digo caramba!
como no voy a creer en dios
los mayores nos decían ¡Vean, vean, esa es la casa de dios!
y la presencia se ejerce por acumulación de promesas
como un oso agazapado detrás de las cortinas
quería verlo aparecer algún día pero eso es
una cuestión de los seres empujándose hacia atrás
ante el vértigo de algunas preguntas
ahí estaba la casa de dios
en su vereda dormían mis perros
en esa casa besé
deseé la paz
despedí a mis muertos
y hay
como un calor que me entra con la leche de sus pechos
al corazón como el peso de una estaca
pero eso
es una cuestión de los seres con su propia culpa
por eso
cuando entorpecen mi camino e insisten que cómo creo en dios
algo cae de mis manos como una torre incendiada
la botánica de la desesperanza y sus adminículos
este desdén de accidentados parecidos
la osadía
de construir
en el aire.
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