lunes, 23 de octubre de 2023

John Kinsella (Australia, 1963)

 

Motosierra

 

La carne chamuscada del árbol, con el corte

que parece pulido, es engañosa: la fricción y el desgaste

de la cadena, sus revoluciones,

encubren el más bruto salvajismo.

No es una mera máquina. Es su accionar

borroso, en su rugido gutural,

esconde la malicia de lo orgánico.

Cibernética, empírica, absolutista.

La separación de la Iglesia y el Estado,

las conspiraciones contra el lobby

ambiental y el gobierno del miedo son el nucleo

de su modo operandi. Cortar madera blanda

es engañoso, la dura es más dramática: mientras

cae la tarde un día frío

van saltando las chispas: leña de árbol caído

hueca por las termitas, depósitos de arena

digerida, implosión de autopistas

capilares: El efecto motosierra.

No es sutil. Ni ambiental.

No es trans nada. Se tapó el filtro de aire

y consume más nafta:

se atraganta, se ahoga,

hace silencio. Se visten de aserrín

botas y pantalones, la pradera.

Se despeja el potrero poco a poco,

y la leña se apila prolijamente atada

en ña pared del living.

Algo en la oscuridad da un culatazo

y se activa el seguro, se disipa

una lejana motosierra. Y otra, poco después,

también se apaga. Siguen

la oscuridad que cae, los cortes

que se espacian, un armónico áspero

que recuerda su origen: fanático,

ostentoso, ciegamente convencido, inflamado de soberbia,

hasta el último corte, hasta la última gota de nafta.

 

 

  Traducción de Ezequiel Zaidenwerg



No hay comentarios:

Publicar un comentario