Los hombres huecos
septiembre 26, 2021«…La memoria arroja y deja en seco
una multitud de cosas retorcidas…»
TSE
Recordando al Premio Nobel anglo-norteamericano en el aniversario de su nacimiento.
Un penique para el viejo Guy
I
Somos los hombres huecos
somos los hombres rellenos
apoyados uno en otro
la mollera llena de paja. ¡Ay!
Nuestras voces resecas, cuando
susurramos juntos
son tranquilas y sin significado
como viento en hierba seca
o patas de ratas sobre cristal roto
en la bodega seca de nuestras provisiones
Figura sin forma, sombra sin color,
fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
los que han cruzado
con los ojos derechos, al otro Reino de la muerte
nos recuerdan —si es que nos recuerdan— no como
perdidas almas violentas, sino sólo
como los hombres huecos
los hombres rellenados.
II
Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
en el reino de sueño de la muerte
esos ojos no aparecen:
ahí, los ojos son
luz del sol en la columna rota
ahí, hay un árbol meciéndose
y las voces son
en el canto del viento
más lejanas y más solemnes
que una estrella que se apaga.
No me acerque yo más
en el reino de sueño de la muerte
revístame yo también
de tan deliberados disfraces
pelaje de rata, piel de cuervo, palos cruzados
en un campo
comportándome igual que el viento
sin acercarme más…
No ese encuentro final
en el reino crepuscular.
III
Esta es la tierra muerta
esta es tierra de cactus
aquí se elevan las imágenes
de piedra, aquí reciben
la súplica de la mano de un muerto
bajo el titilar de una estrella que se apaga.
Así es
en el otro reino de la muerte
despertar solo
a la hora en que
temblamos de ternura
labios que querrían besar
forman oraciones a piedra rota.
IV
Los ojos no están aquí
no hay ojos aquí
en este valle de estrellas que mueren
en este valle hueco
la quijada rota de nuestros reinos perdidos
en éste, el último de los lugares de encuentro
vamos a tientas juntos
y evitamos hablar
reunidos en esta playa del río hinchado
sin vista, a no ser que
reaparezcan los ojos
como la estrella perpetua
rosa multifoliada
del crepuscular reino de la muerte
la esperanza solamente
de hombres vacíos.
V
Al corro del higo chumbo
al higo chumbo higo chumbo
al corro del higo chumbo
a las cinco de la mañana.
Entre la idea
y la realidad
entre el movimiento
y el acto
cae la Sombra
porque Tuyo es el Reino
Entre la concepción
y la creación
entre la emoción
y la respuesta
cae la Sombra
la Vida es muy larga
Entre el deseo
y el espasmo
entre la potencia
y la existencia
entre la esencia
y el descenso
cae la Sombra
pues Tuyo es el Reino
pues Tuyo es
la Vida es
pues Tuyo es el
Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
No con un estallido sino con un quejido.
T. S. Eliot, 1925
De: «Cuatro Cuartetos», 1943
Recogido en T.S Eliot: Poesías Reunidas, 1977
Traducción de José María Valverde
Reedición de Alianza Literaria, 2006
ISBN: 978-84-206-4573-5
Poema original en inglés
«The Hollow Men»
Mistah Kurtz—he dead.
A penny for the Old Guy
I
We are the hollow men
We are the stuffed men
Leaning together
Headpiece filled with straw. Alas!
Our dried voices, when
We whisper together
Are quiet and meaningless
As wind in dry grass
Or rats’ feet over broken glass
In our dry cellar
Shape without form, shade without colour,
Paralysed force, gesture without motion;
Those who have crossed
With direct eyes, to death’s other Kingdom
Remember us—if at all—not as lost
Violent souls, but only
As the hollow men
The stuffed men.
II
Eyes I dare not meet in dreams
In death’s dream kingdom
These do not appear:
There, the eyes are
Sunlight on a broken column
There, is a tree swinging
And voices are
In the wind’s singing
More distant and more solemn
Than a fading star.
Let me be no nearer
In death’s dream kingdom
Let me also wear
Such deliberate disguises
Rat’s coat, crowskin, crossed staves
In a field
Behaving as the wind behaves
No nearer—
Not that final meeting
In the twilight kingdom
III
This is the dead land
This is cactus land
Here the stone images
Are raised, here they receive
The supplication of a dead man’s hand
Under the twinkle of a fading star.
Is it like this
In death’s other kingdom
Waking alone
At the hour when we are
Trembling with tenderness
Lips that would kiss
Form prayers to broken stone.
IV
The eyes are not here
There are no eyes here
In this valley of dying stars
In this hollow valley
This broken jaw of our lost kingdoms
In this last of meeting places
We grope together
And avoid speech
Gathered on this beach of the tumid river
Sightless, unless
The eyes reappear
As the perpetual star
Multifoliate rose
Of death’s twilight kingdom
The hope only
Of empty men.
V
Here we go round the prickly pear
Prickly pear prickly pear
Here we go round the prickly pear
At five o’clock in the morning.
Between the idea
And the reality
Between the motion
And the act
Falls the Shadow
For Thine is the Kingdom
Between the conception
And the creation
Between the emotion
And the response
Falls the Shadow
Life is very long
Between the desire
And the spasm
Between the potency
And the existence
Between the essence
And the descent
Falls the Shadow
For Thine is the Kingdom
For Thine is
Life is
For Thine is the
This is the way the world ends
This is the way the world ends
This is the way the world ends
Not with a bang but a whimper.
T. S. Eliot – 1925
Thomas Stearns Eliot nació en St. Louis, Missouri, el 26 de septiembre de 1888.
Nacido estadounidense, se trasladó al Reino Unido en 1914 con 25 años de edad, logrando la ciudadanía británica en 1927.
Poeta, dramaturgo y crítico literario, representó una de las cumbres de la poesía en lengua inglesa del siglo XX.
Fue galardonado con el Premio Nobel de literatura en 1948, «por su contribución sobresaliente y pionera a la poesía moderna.», y la Orden del Mérito del Reino Unido, el mismo año.
Murió en Londres, el 4 de enero de 1965.
Sus restos fueron incinerados y, de acuerdo con sus deseos, sus cenizas
reposan en East Coker, la villa desde la que sus antepasados partieron
rumbo a Estados Unidos, y que da título a uno de sus grandes poemas.
(Fuente: trianart.com)
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