UN POEMA DE BONDO
Escuela coral para estorninos
El instinto del pájaro es conocer la mañana
Gwalchamai Ap Meilyr
El largo viaje toca a su fin
para esta bandada de estorninos.
Su plumaje se ve,
no a través de prismáticos
en un lejano horizonte,
sino aquí y ahora
donde las batas blancas explican
que los pájaros recuerdan
sus viejas canciones.
Recién salidos de las puertas del sueño
se despiertan en el alero, canturreando
a los cuatro vientos,
y la página del cielo es una hoja
del libro de himnos de la Escuela Coral,
con su galería llena para la oración vespertina
y sus himnos a voz en cuello.
Los altos aquí
las sopranos allí
un bajo profundo de sombras
sol-fa-do, mi, si.
El sol se unirá al estribillo
con su propio son.
Y con su propia voz, Amén, Amén dirá
el Dios alado.
En el vuelo de la canción
fluye inalcanzable
el himno de la bandada.
Pero si abres los ojos
verás un Renacimiento
la confesión de los pájaros,
la gran Paloma invisible
demasiado atenta como para ser oída.
Menna Elfyn
Bondo
Traducción de Eli Tolaretxipi
Ediciones Trea
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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