Podría
parecer
que este río santo
fue un cadalso
donde la sed
en el andén de la noche
y la evidencia dispersa.
En este cuarto a la cal
y humo,
Piero della Francesca
vistió de futuro
el carbón y el mediodía
en proporciones
no tan iguales
para que nadie soñara
el camino de regreso.
Héctor Giuliano
- Inédito-
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