Boceto para un cuento de navidad
Un hombre solo en su casa;
afuera
se oyen villancicos y tras los cristales se perciben los
reflejos
de luces encendiéndose y apagándose, las risas apagadas tras los tabiques.
Ha
consumido gran parte de la botella.
Los recuerdos se agolpan en su cabeza:
aquellas fiestas con una familia a la que dio
la espalda cuando la fortuna y la belleza
desbordaban en sus espejos;
sus
amantes más apasionadas, que pronto le abandonaron cuando la suerte cambió.
Después
de horas y whiskies, el cansancio le acomete y sueña que todo puede cambiar,
quizá
exista en realidad ese ángel, ese ser celestial que le perdone y cambie de
nuevo
las
cosas, tal y como deberían ser. Percibe un rumor entre sueños cerca de la
chimenea,
que
le hace esbozar una cómplice sonrisa de felicidad.
El
ladrón no puede creer que se lo pongan tan fácil. Casi dulcemente le rebana el
cuello y
empieza a rebuscar por la casa.
(Fuente: Poesía de El Toro de Barro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario