LA OTRA ISLA
A la otra isla
(que a veces cerca y otras remotísima
vive al lado de ésta donde mis huesos aúllan)
me dirijo por debajo del agua
al borde de submarinos y absolutos vacíos
para lograr ver cómo son mis ojos
sentir desde afuera mi cuerpo
oír mi voz ajena
sentarme a contemplar a través de la
bruma que separa los mundos y el hilo de
plata que
los une: la chispa, la fatal
iridiscencia que se produce al paso del
infinito por el instante.
(Fuente: La reversible)
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